Al finalizar la función Religiosa en honor a Ntro. Padre Jesús Nazareno, como es costumbre, la talla de Castillo Lastrucci porteada a hombros de los hermanos cofrades, salía de la parroquia de San Isidro Labrador de camino hacia la Plaza del Pilarete para entrar en la iglesia del convento de las Monjas Concepcionistas, Es en este punto de la procesión donde más público se concentra, y en el interior del templo conventual al terminar los cánticos de oración que desde el coro ofrecen las hermanas concepcionistas, es la música de los tambores y cornetas de la agrupación musical que acompaña al Cristo, la que llena cada rincón de la iglesia, mientras la procesión va a emprender el camino hasta su parroquia.
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