14-03-2021
El cuarto domingo, o de mediados, de Cuaresma, se lama así por las primeras palabras del Introito de la Misa, “Laetare Jerusalem”– – –“Alégrate, oh, Jerusalén”
Es el jueves antes del domingo de Laetare el día que marca la mitad de la Cuaresma, pero los signos especiales de alegría permitidos en este día, dentro de la Cuaresma, se transfirieron al siguiente domingo, destinados a alentar a los fieles en este ciclo de penitencia.
Estos signos consisten en el uso de flores sobre el altar y el uso del órgano en la Misa y vísperas; se permite la vestimenta color rosa en vez de púrpura, y el diácono y subdiácono usan dalmática en lugar de la casulla doblada como en los demás domingos de Cuaresma. El domingo de laetare, se muestran las alegrías de esta vida, alegría mezclada con un cierto rezago de tristeza.
Como cada domingo, el sacerdote y periodista Antonio Gil Moreno, en su artículo de Opinión, que publica en el Diario Córdoba, presenta esta noticia con el título: «Jesús carga con nuestros miedos», y se puede leer íntegramente en:
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