08-04-2021

El Ayuntamiento de Hinojosa del Duque destina 10.000 euros para las obras de restauración de la ermita del Cristo de las Injurias

El Ayuntamiento y la parroquia de San Juan Bautista han sellado un acuerdo de colaboración para la reconstrucción del templo

El Ayuntamiento de Hinojosa del Duque y la parroquia de San Juan Bautista de la localidad pedrocheña han sellado un acuerdo de colaboración por el que esta entidad pública participará en la reconstrucción de la ermita del Cristo de las Injurias, el templo más visitado y la imagen más venerada del municipio.

Según el alcalde de Hinojosa del Duque, Matías González, este convenio es fruto de la «magnífica relación» que mantienen ambas entidades, que ha quedado plasmada en los últimos años también en otra serie de conciertos destinados a garantizar las visitas turísticas al patrimonio monumental del municipio.

El Ayuntamiento de Hinojosa, ha afirmado González, contribuirá de esta forma «a la recuperación de un edificio religioso dotado de una gran singularidad, tanto por su situación geográfica como por el alto número de visitas que recibe diariamente de los ciudadanos de nuestro pueblo».

En ese sentido, ha agregado que «hemos demostrado una vez más nuestro compromiso con el patrimonio, la cultura y las tradiciones de Hinojosa, aunque sea con una aportación de tan solo 10.000 euros por las dificultades de estos tiempos de pandemia».

El párroco de San Juan Bautista y San Isidro Labrador, Jesús Enrique Aranda Cano, ha subrayado igualmente en sus palabras la buena disposición que desde el primer momento ha mostrado el Ayuntamiento: «Agradecemos profundamente su colaboración en estas obras de restauración que van a salvar a la ermita de la ruina y que muy pronto permitirán que de nuevo pueda ser visitada por todos».

Las obras de restauración de la ermita del Cristo de las Injurias cuentan con un presupuesto de 412.845,64 euros y un plazo de ejecución que finaliza el próximo mes de agosto. La parroquia está haciendo frente a esta inversión, según Aranda Cano, mediante el seguro de unas obras ejecutadas anteriormente que no solventaron los problemas estructurales del templo y a través de las donaciones recibidas, «quedando aún un importante montante económico por financiar», indicando para finalizar.