04-01-2022 Antonio Gil, es Sacerdote, Canónigo de la Catedral de Córdoba, con su artículo «Año nuevo, lucha nueva. Decálogo para ser feliz», que ha sido publicado en «Nosotros» Pinceladas Culturales para Hinojosa del Duque en el Nº 27, de enero de 2022, nos felicita el Año Nuevo con el Decálogo para ser feliz. El artículo se puede leer a continuación. Año nuevo, lucha nueva. Decálogo para ser feliz Antonio Gil Estreno el Año Nuevo, con dos hermosos consejos en mi flamante Agenda 2022. El primero es de un santo actual, san Josemaría, fundador del Opus Dei: “En vez de “Año nuevo, vida nueva”, hemos de decir: “Año nuevo, lucha nueva”, porque los que dicen “vida nueva”, probablemente no mejorarán de vida, pero los que “luchan” cada día, sí que tendrán el éxito asegurado”. Y el segundo consejo, siempre me ha encantado: “Para ser feliz no se necesita una vida cómoda, sino un corazón enamorado”. Junto a estos dos consejos, una definición de la vida y un diagnóstico del momento que sufrimos, que me he encontrado leyendo a uno de mis autores preferidos, a Jesús Montiel, en su libro La última rosa. Dice así: “La vida es un copo de nieve sobrevolando un incendio”. Y el diagnóstico me ha impresionado: “Somos lo bastante estúpidos para elegir el infierno y pensarnos a salvo”. Nos parecerá mentira, pero es así. Hay quien elige “el infierno”, el materialismo feroz, el relativismo más duro y los placeres sin límites-, para vivir, o peor, para hacer de su vida una derrota anunciada. Por eso, con el aroma de un brindis, me atrevería a ofrecer, a modo de decálogo, un puñado de sugerencias luminosas para el Año Nuevo, que acabamos de estrenar. Pon en tu vida, cada día, un amanecer. No te quedes en la oscuridad de la noche, ni en el fragor de la tempestad. “Amanece” con el alba, estrena jornada. Coloca en tus labios la palabra “Padre”, en la que se encierra, decía un gran historiador, José María García Escudero, todo el cristianismo. Sería una tragedia que la humanidad se sintiera “huérfana”, que nos quedáramos sin la figura excelsa y firme de un “padre”. “Alégrate”. Me encanta esta palabra, porque fue la primera palabra que Dios le dijo, a una jovencita de Nazaret, para anunciarle su maternidad divina. No lo olvides: “Alegría y amor son las alas para las grandes promesas”. La sonrisa es el idioma universal de los hombres inteligentes. Ríe y el mundo reirá contigo; llora y llorarás solo. Practica el “ministerio de la escucha”, recién inventado, que consiste en “oír antes los latidos que las palabras”. Descubre el “lado soleado de la vida”, porque cada paisaje tiene su esplendor y su resplandor. [leer más]