La riqueza, calidad y diversidad de la gastronomía de Hinojosa del Duque queda de manifiesto sólo con la degustación de algunos de sus platos más característicos como la Olla de Carnaval, la Sopa Dorada o el Lechón.
Todos ellos resultado de un largo proceso histórico y de los condicionantes y posibilidades que desde el comienzo de la historia ha impuesto el medio natural.
Sus extensas dehesas sustentan una cabaña ganadera de la que se obtienen Jamones, Embutidos y otros productos del cerdo ibérico como Lomo de Orza, Chorizo y Morcilla que constituyen auténticos manjares de una exquisitez capaces de colmar al más exigente de los paladares.
Junto a ellos hay que mencionar otros platos como la Caldereta de Cordero, comida de antiguos pastores que hoy se ha convertido en una receta indispensable para adentrarse en la historia y las tradiciones culinarias de Hinojosa del Duque.
La importancia de las fiestas desarrolladas a lo largo de cada año también ha tenido su reflejo en una serie de postres y variedades de repostería como el Hornazo de Fideos, las Perrunas, los Rosquillos o las Hojuelas.
Pero también la variedad de sus paisajes ha posibilitado la pervivencia de platos como el Rin-Ran, el Potaje, el Ajo Blanco, la Liebre con Arroz o el Pisto, con los que se culmina un recetario fruto de la sabia simbiosis que han mantenido a lo largo los siglos los habitantes de Hinojosa del Duque con la naturaleza de su entorno.
[Texto e imágenes de www.hinojosadelduque.es]
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